Con barbijo y por Zoom: así fue la primera boda de tucumanos


Lunes, 22 de Junio de 2020 09:38

El tucumano Juan Quinteros y la alemana Katherina Mutzkau se convirtieron, en el primer matrimonio poscuarentena.



A tres meses del inicio de la cuarentena volvieron los matrimonios en Tucumán. El primer casamiento posconfinamiento de la provincia transcurrió bajo un estricto respeto por el distanciamiento social, incluso entre los novios, y en una sala del Registro Civil con pocas personas, todas con barbijo. Sin embargo, gracias al esfuerzo de las autoridades de la institución, hubo varios invitados que se conectaron por Zoom para estar presentes por medio de una pantalla gigante y no dejaron pasar uno de los momentos más importantes en la vida de sus seres queridos.

"Quisimos darle un detalle más humanizado a una ceremonia tan importante como esta”, comentó la ministra de Gobierno, Carolina Vargas Aignasse.

Después de tres meses sin casamientos, el tucumano Juan Quinteros y la alemana Katherina Mutzkau se convirtieron, mediante una ceremonia atípica por el contexto de la pandemia, en el primer matrimonio poscuarentena de la provincia. La pareja, que se conoció hace 14 años en un concierto en el teatro Alberdi, pudo casarse después de superar diversos obstáculos.

"Esperamos mucho este momento. Se dio en las circunstancias más extrañas posibles, pero no lo podíamos postergar más”, dijo la flamante esposa, tratando de contener la emoción.

Usando un vestido verde y un chal a juego, Katherina intercambiaba entre el alemán y el español para saludar a amigos y familiares por medio de la pantalla. Juan casi no hablaba; esperaba ansioso el momento de dar el “sí”. Mientras aguardaban que terminaran de sumarse todos los invitados, una amiga de la novia interpretó la marcha nupcial con su flauta traversa desde Alemania.

Cuando se acercaba el momento del intercambio de alianzas, la subjefa de Matrimonios del Registro Civil les permitió a los novios sacarse el barbijo para mirarse cara a cara y dirigirse algunas “palabras de amor”. Minutos después, cuando dieron el sí y estando ya sin barbijo, los cónyuges no esperaron el “puede besar a la novia” para acercarse y sellar su alianza con un beso.

Entre aplausos, algunas lágrimas y una nueva melodía de la flauta traversa, la pareja se despidió de los invitados y concluyó el acto nupcial.

La pareja debió atravesar algunos obstáculos antes de llegar a este momento. “Hubo varias postergaciones del matrimonio. Primero, por cuestiones familiares y de papeles, y una vez que solucionamos eso, llegó la pandemia y tuvimos que volver a suspenderlo”, explicó Juan.

Otro problema fue la distancia. Ella estudiaba Historia en Alemania y él se dedicaba a la música en Tucumán. Cerca de 12.000 kilómetros los separaban. Incluso hubo momentos en los que sólo podían verse una vez al año, pero eso no los detuvo y siguieron juntos. “Cuando por fin me instalé en Tucumán, por cuestiones legales me tenía que ir de vez en cuando”, contó Katherina.

Tras hacerles frente a todos los problemas, la pareja pudo casarse 14 años después de haberse conocido. “Estuvimos tres años posponiéndolo por diferentes motivos, principalmente familiares… Pero aprendimos que no había que postergarlo más”, enfatizó Katherina.

Juan y Katherina se vieron por primera vez hace casi una década y media en el teatro Alberdi. Ella, que estaba de intercambio en la Universidad Nacional de Tucumán, había asistido al concierto con algunas amigas de su misma nacionalidad. Él, en cambio, fue solo. La casualidad (o el destino) los sentó juntos.

Katherina hablaba en alemán con sus amigas cuando Juan, que había estado en Berlín, la interrumpió para preguntarle de dónde era. Eso fue suficiente para comenzar una conversación que duró varias horas.

Así comenzó la relación que debió pasar por muchos viajes, aeropuertos y complicaciones familiares hasta llegar a concretar el matrimonio. /Comunicaciontucuman

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