“Somos una célula del Malbrán en Tucumán”


El jefe del Laboratorio de Salud Pública contó que extremaron las medidas de bioseguridad para realizar los testeos de covid-19.

Hace 5 Hs 10 277 Por Martín Soto
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ANÁLISIS DE MUESTRAS. El quinto piso del laboratorio se aisló completamente para garantizar la seguridad.

El Laboratorio de Salud Pública de Tucumán (LSP) nació en 2010 y comparte edificio con el Hospital Néstor Kirchner. Está ubicado en los últimos tres pisos del inmueble de Mendoza al 100 (del 4° al 6°), pero son instituciones que no guardan relación. “A veces nos dicen que somos el laboratorio del hospital, pero somos dos cosas diferentes. Ahora nos están conociendo más”, explica Dardo Costas, jefe del LSP y referente en dengue y de virus respiratorio en la provincia.

El Laboratorio de Virología, que también está al mando de Costas, forma parte del LSP. Desde hace unos 10 días está a cargo de analizar las muestras tomadas a pacientes tucumanos con síntomas de coronavirus. Esto permite reducir los tiempos de entrega de los resultados. Cuando se enviaban al Instituto Malbrán, en Buenos Aires, demoraban entre cuatro y seis días debido a los traslados. Ahora se obtiene de 48 a 72 horas, pero en casos de urgencia se reduce de 24 a 36 horas. “Nosotros somos una célula del Malbrán en Tucumán”, aclara.

El bioquímico, de 42 años, contó que esta nueva responsabilidad transformó el laboratorio para poder dar respuestas. Se aisló el quinto piso completamente para pruebas de covid-19; se triplicó el personal para estas tareas; se amplió el horario de atención, de 7 a 19; se trabaja de lunes a lunes; y hubo un gran movimiento de equipamiento. “Nos estamos preparando para contener el embate que nos va a hacer el virus. La Provincia se está preparando. Estamos hablando de un virus que hace poco más de tres meses se hizo global”, remarca.

Testeo local

El LSP ya realizó 200 test y confirmó 11 casos de covid-19 con los 1.000 reactivos que envió el Malbrán. Desde el inicio de la pandemia hasta ayer, en Tucumán se levantaron 409 muestras, de las cuales 29 fueron positivas, 331 descartados y 49 están pendientes. En paralelo, Costas advirtió que el sexto piso del laboratorio se aisló también para vigilar los casos del brote de dengue. “Tenemos que dar respuestas de la misma intensidad, velocidad y oportunidad en los dos brotes. Todos se han olvidado del dengue, pero nosotros no”, apunta.  

-¿Qué cantidad de muestras por posible covid-19 reciben?

-Estamos entre 30 y 40 muestras diarias, pero estimamos que eso se va a triplicar o cuadruplicar. Pasa en todos los lugares cuando aparece realmente el brote. Por suerte todavía no hay una alta positividad. Eso también es gracias a que la gente se está quedando en casa y a que la cuarentena ha sido efectiva.

-¿Qué sensación genera que se puedan cuadruplicar?

-No hay que asustarse, hay que ocuparse. Lo que no se sabe de este enemigo invisible es cuándo (se dará el pico de casos). Es incierto. Lo que sí es cierto es que estamos preparados, estamos a la espera. En realidad el desafío más grande es extremar esas medidas de bioseguridad. Inclusive, el laboratorio está teniendo un móvil que va por otros laboratorios, a la mañana y a la tarde, recogiendo las muestras para que haya un traslado seguro. Nosotros hacemos un traslado con un sistema de triple envase de seguridad, que evita que esa muestra pueda contaminar al que la transporta.

-¿Cómo son los reactivos que se usan?

-Ahora recibimos 1.000 reactivos. No es lo único que vamos a recibir, el Malbrán nos va a ir proveyendo de más reactivos. Nosotros tenemos todo lo que se necesita en equipamiento. La metodología se llama PCR, Reacción de Polimerasa en Cadena. Es un método de diagnóstico molecular en el que se amplifica el material genético del virus, por eso no va haber falsos positivos. Es lo que se busca y se necesita en este momento. Uno ve testeos masivos en países que son productores, nosotros lamentablemente los tenemos que importar. Tenemos estrategias inteligentes para, con los tests que tenemos, poder hacer un buen monitoreo. Es lo más importante para que podamos captar este brote en tiempo y en forma.

-¿Cómo ve la situación en Tucumán y en el país?

-Lo que es muy importante es que no nos podemos comparar con nadie. Nosotros hemos empezado una cuarentena muy temprano, lo que ha hecho que muchos países vean cómo es el comportamiento del virus frente a esta cuarentena muy anticipada. Ya estamos bajando lo que en promedio ya se estaba esperando después de dos o tres semanas de convivencia con el virus, y eso es efecto de la cuarentena. En la Argentina esperaban unos 30.000 casos para este momento, y eso no ocurrió. Pero no hay que bajar los brazos, porque en el momento en el que esa cuarentena no se cumpla, van a empezar a subir los casos.

-¿Se espera que crezcan los casos cuando se distiendan las restricciones?

-Eso tendrá que ver mucho con la gente. Lamentablemente va a ser una responsabilidad social enorme, más para la persona que tenga que salir a trabajar. Tendrá que tener esos cuidados muy importantes al regreso a su casa, porque va a pasar. Ahí está la responsabilidad de esta gente, de la que salga, de que cuando vuelvan a sus hogares tengan los cuidados tan importantes como el lavado de manos, el hecho de cuidar el ambiente en donde están, higienizar... También evitar el contacto de persona a persona.

-¿Qué siente a la noche después de un día de trabajo?

-Siento que he cumplido con la tarea, pero esa tarea vuelve a empezar al otro día. Es un día a día. Acá ya no existen domingos, sábados ni feriados. La gente que está trabajando lo hace de lunes a lunes. A veces le pregunto a mi mujer qué día es porque pierdo la noción. Eso pasa porque uno está enfocado, preocupado y ocupado.

-¿Qué opina del hostigamiento que sufre el personal que lucha contra el virus por el temor a que contagien?

-La gente siempre tiene miedo a lo que no conoce, a lo que le pueda hacer daño. Uno, aparte de trabajar, tiene que hacer docencia, enseñar lo que está sucediendo. También uno se prepara en la casa, con la familia. A mí me duele mucho, pero desde empezó esto ya no le doy ni abrazo ni un beso a mi hijo. Ya tengo una rutina en mi casa, en donde me autoaislé. Tengo la habitación de mi hija donde duermo, uno ya está preparándose inclusive dentro de su hogar para tratar que esto no afecte a la familia. Yo soy uno de muchos ejemplos que están sucediendo dentro de nuestro laboratorio. Todos están tomando esas medidas. Y esto es un aprendizaje constante, todos los días. Todos los días se aprende de este virus en particular y eso también suma a la estrategia que nosotros tenemos.

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