Los niños y el coronavirus: pocos casos y leves, ¿por qué?
La tasa de contagios en España es del 1%, la mitad de la registrada en China.
Los podólogos detectan que los menores con covid-19 presentan lesiones cutáneas benignas en los pies.
El efecto que el coronavirus tiene en los niños es un enigma. Desde que se detectaron los primeros contagios en España, se informó de que los menores no corrían tanto riesgo porque, a pesar de ser vehículos del virus, su índice de desarrollo de la enfermedad hasta estadios de gravedad era muy reducido. Casi se descartaba esta posibilidad a pesar de que, habitualmente, las enfermedades respiratorias encuentran un blanco fácil en esta franja poblacional, y la covid-19 lo es.
Con el paso de las semanas se han ido detectando casos de niños infectados, no obstante, no han superado la tasa del 1% del total de la población afectada, justo la mitad de los baremos chinos, que apuntan al 2,1%. A pesar de que se preveían pocos casos, el desconocimiento de la enfermedad al que apuntaba recientemente el ministro de Sanidad, Salvador Illa, está abriendo innumerables vías de investigación para arrojar luz a los interrogantes que van planteándose.
Un estudio, encabezado por la doctora Cristina Calvo del Hospital La Paz de la capital, se centra en determinar la severidad de los efectos del coronavirus en los niños madrileños durante las primeras dos semanas de pandemia. Tras estudiar a una población integrada por 365 niños menores de 14 años, el trabajo concluye que la proporción de positivos entre pacientes con síntomas compatibles fue del 11%. El 60% de los pacientes estudiados necesitó hospitalización. De ellos, menos del 10% tuvo que ingresar en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y sólo cuatro presentaron síntomas de gravedad, como la necesidad de respiradores.
Otra de estas líneas de estudio la proponen los podólogos españoles que se han percatado de la aparición de erupciones cutáneas, muy similares a los sabañones, la varicela o el sarampión, en los pies de pacientes positivos en covid-19, sobre todo en adolescentes y niños. Estas lesiones benignas suelen desarrollarse en las áreas próximas a los dedos. Dicha sintomatología es cada vez más frecuente, sobre todo a esas edades, por lo que los 7.500 miembros del Colegio Oficial de Podólogos han iniciado un registro de posibles afectados por coronavirus y, a su vez, han establecido un protocolo de diagnóstico previo para su tratamiento que indica cómo actuar para ayudar a contener la expansión del virus.
Dado que el área nasofaríngea es vulnerable frente al coronavirus y es por nariz y boca por dónde se afirma que se produce la mayoría de contagios, otra de las tesis que se pone encima de la mesa es si la riqueza propia de la microbiota de estas zonas en los pequeños influye en la escasez de contagios. Se sabe que los microorganismos que albergan van disminuyendo con los años, por lo que ésa podría ser una de las razones que cimienten que los síntomas de la covid-19 sean exiguos a esas edades. La iniciativa Kids Corona que impulsa el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona intenta dilucidar si esta teoría es certera.
A pesar de que todas estas búsquedas de respuestas van orientadas a describir el comportamiento diferencial del SARS-COV-2 en niños y adultos y de que los resultados determinen que sus efectos en la población infantil y adolescente son mucho más benévolos, hay menores que enferman por esta causa y, en casos aislados, acaban pereciendo por lo que la preocupación por el contagio y por el papel como portadores del virus de este sector poblacional continúa vigente.
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