Pescar alegra el alma


La actividad conquista cada vez más adeptos, porque descubren las bellezas de la naturaleza. Un menú imperdible.

GUARDIANES DEL LAGO. Dos pescadores se preparan su lancha en el Club de la UNT, en El Cadillal, mientras los gansos llegan para alimentarse. la gaceta / fotos de Gustavo rodríguez  |  Ampliar  (1 de 6 fotos)
Gustavo Rodríguez
LA GACETA

Ir a pescar no se limita a esa sensación única que se percibe cuando, al atrapar un pez, se dobla la punta de la caña o a disfrutar de esa lucha pez-hombre. Lo más importante es que toda esa experiencia se goza, en la mayoría de los casos, rodeado por mágicos colores, sonidos y aromas de la naturaleza.

“Esta actividad es la mejor fórmula contra el estrés que se pueda imaginar. Si te vas a un lugar donde no tenés señal de celular, mucho mejor. Se acaban todos los problemas y las preocupaciones”, explica Marcos Nucci, pescador de alma que no duda en explicar por qué siempre disfruta de las excursiones que habitualmente realiza.


Y en esa imaginaria lista de remedios no pueden faltar los colores con los que se encuentra un deportista en una expedición. Sus ojos se llenan con las distintas tonalidades de naranja que regalan la salida y la puesta del sol. El verde o amarillo ocre de la vegetación, según la estación, rozan el corazón hasta de los más insensibles. El celeste del cielo, el resplandor de los rayos que acarician el agua y la explosión multicolor de las estrellas son otras bellezas que cautivan.

“En El Cadillal, en Termas de Río Hondo, en La Angostura o en Loreto siempre encontrás la misma paz. Tenés que aprender a disfrutarla, porque te cura todo. Hasta te limpia el alma”, no se cansa de repetir Francisco “Pancho” Delgado, otro experimentado pescador.


Los aromas forman parte de ese menú mágico y encantador. En los sitios pesqueros no suele haber muchas flores, pero el perfume de la vegetación impregna el aire. “No hay nada como el olor a tierra mojada después de un chaparrón, el de los palos que se queman con el fuego, el asado hecho con brasas de leña... Todo es diferente. Hasta disfrutás de las picaduras de los mosquitos”, bromea Nahuel Rodríguez.

En el escenario gigantesco de los ríos y los diques se produce el concierto más maravilloso que el humano pueda escuchar: el canto de las aves. Desde los de tonada dulce, como los cardenales o los chalchaleros, hasta los chillones, como los teros, los chumucos, las charatas y las urracas. Es difícil resistirse a seguir sus vuelos con la mirada. No importa si son bandadas que buscan dónde instalarse para pasar la noche o una garza de aleteo grotesco. En fin, todo forma parte de un combo único que ninguna tarjeta de crédito puede pagar (aunque tenga el margen más grande del mercado).

“En Tucumán hay mucho para disfrutar. La gente no sabe por qué las autoridades hacen muy poco para difundirlo. Es encantador y, si no pescás nada, volvés contento a tu casa”, concluye Marcos Herrera.

Todos pueden disfrutar de tan grandes bellezas. Sólo queda animarse a descubrirlas y tomar todos los recaudos necesarios para cuidar el medio ambiente.
Para preparar el viaje

Hay que probar con la variada

El brusco descenso de temperatura registrado en los últimos días puso en jaque a la pesca variada. Los informes recibidos de los lugares más alejados de Santiago del Estero dan cuenta de que el nivel del pique bajó considerablemente, especialmente de dorados, tarariras y bagres de buen porte. En Termas de Río Hondo, en cambio, se están capturando algunas bogas y bigotudos tanto en el Dulce como en el espejo (foto). El Gastona, por ahora, es el río en el que mejores capturas se están concretando; allí reinan los “bigotudos” de gran tamaño.

El cadillal está a full

Con la llegada del frío comienza la temporada de pesca de pejerrey. En El Cadillal se están logrando buenos resultados en cantidad, no así en calidad. Se recomienda utilizar el sistema de boya anclada -el aparejo llega al fondo del espejo- y de carnada filete de mojarra teñida de color rojo. También se sugiere probar con los camarones que se capturan en la orilla de este sitio pesquero.

La Angostura levanta su nivel

Después de muchos altibajos, este tradicional sitio pesquero continúa ofreciendo muchas emociones a los que lo eligen para disfrutar de la pesca de pejerrey. En los últimos días, a través de las redes sociales, se mostraron imágenes de ejemplares de buen porte. Los afortunados relataron que los pescaron utilizando boya anclada y filete de mojarra saborizada con aceite de sardinas en lata.

Dónde ir

- En Ticucho, El Cadillal es ideal para hacer avistaje de aves.

- El parque Los Sosa, en la ruta 307, está algo de lo mejor de la flora y fauna de la provincia.

- La Reserva natural del río Dulce de Termas de Río Hondo es un encanto.

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