Ideas para terminar con tus relaciones anteriores
Hay situaciones que te alertan sobre la necesidad de poner un punto final (o no) a una relación del pasado. Te damos algunas herramientas para aprender a manejar estos escenarios y salir siempre bien parada.
Sobrellevar una ruptura de pareja es un proceso, no se da de un día para el otro. Ni hablar si fueron varios años, con convivencia incluida. Entonces, los ex se nos pueden aparecer como fantasmas en nuestros sueños y pensamientos, o también en nuestro teléfono, redes sociales y a la vuelta de la esquina. Acá te planteamos algunos de los escenarios más comunes que suelen sucedernos con ex parejas para que les des una vuelta de tuerca y no te quedes enganchada "en lo que podría haber sido".
ME TIRA ONDA POR FACEBOOK
Lo seguís teniendo de "amigo virtual" aunque ya cortaron hace rato. Es una manera de seguir al tanto de sus movimientos - y de que él se entere de los tuyos, claro -. Encima, de vez en cuando te re piropea y pensás en verlo de nuevo, aunque después te arrepentís. ¿Por qué no podés cortar con este histeriqueo virtual? Quizás extrañás lo segura que te sentías estando acompañada y ese histeriqueo es un mimo (aunque muy pasajero y un poco falaz). Si lo extrañás a él o a ustedes juntos, decíselo y punto. Pero si no, dale tiempo al tiempo y dejá la silla vacía, si no, nadie la va a poder ocupar.
¿¡YA TUVO UN HIJO CON OTRA!?
Estuvieron juntos muchísimo tiempo y te acabás de enterar de que, a menos de un año de separarse, acaba de ser papá. Te quedás helada y te duele, más aún cuando recordás que tener hijos nunca fue su prioridad - y tal vez sí la tuya, aunque la relegaste -. Te torturás pensando que con su nueva pareja él cambió, o que siente cosas que con vos nunca sintió. ¿Está distinto él? No lo sabés. Lo que sí sabés es que su paternidad te moviliza. ¿Avivó tus ganas de ser mamá? ¿Te diste cuenta de que lo habías postergado sin saberlo? No le tires la pelota a él, agarrala y preguntate qué te despierta a vos y cómo pararte en tu deseo conscientemente.
¡CUALQUIERA!, ¡¡¡SE CASÓ!!!
Al conocerlo, te aclaró que él no era de los que se casan y te convenció de que un papel no cambiaba nada y bla bla bla. Pero hace dos meses te lo cruzaste en el subte ¡con anillo! Tu cara lo dijo todo y él no pudo esbozar más que un: "Sí, me casé". Tu moral se fue al piso en segundos. Sentís que avanzó, "rehízo" su vida al toque y vos aún estás en pleno proceso de duelo. Sí, OK, te puede impactar, pero no te compares: cada uno está haciendo su camino como puede, como quiere, y - lo sabés - un casamiento no es sinónimo de éxito, quizá vos estés haciendo otro recorrido, buscándote, empezando por vos. Eso sí, estos shocks sirven de despertadores para que te arriesgues a dar nuevos pasos.
TODAVÍA ME CALIENTA...
Tenían tan buen sexo que a veces no te importa nada y pensás en conservarlo ¡al menos como amante! Si ya no estás enamorada, ambos están solos y podés manejar la situación, porque tenés claro que no volverías con él, disfrutá el revival. Ahora, si te vuelve loca bajo las sábanas pero cuando despertás a la mañana siguiente en su cama lo mirás extrañada y te preguntás qué estás haciendo ahí con ese tipo con el que no tenés nada en común, subí la vara, estás para más, que la calentura no te saque de tu eje: ¿vale realmente la pena? Mejor prevenir que curar.
¡ME CELA, ES MEDIO STALKER!
Descubrís que sigue al tanto de tu vida; no sabés cómo, pero se las ingenia para saber qué estás haciendo, adónde vas después del laburo y si conociste a alguien. Por un lado, te sube la autoestima, te hace sentir importante. Pero por otro, ¡es tu ex! Y, evidentemente, se niega a asumirse como tal... Quizás al principio sea normal que esto suceda, que uno de los dos siga enganchado (o enganchando) al otro, pero después de un tiempo, ¡y..., no! Uno de los dos tiene que empezar a aflojar la cuerda, quizás en este caso te toque a vos...
ESTÁ DE JODA MAAAAL...
Desde que cortaron, sabés, por amigos en común, que no para de salir todos los fines de semana. Peor aún, lo encontraste en Tinder, ¡y él siempre se reía de las citas online! No reconocés para nada a la persona que estaba con vos. ¡Él no era así!, ¿o sí y nunca lo pudiste ver? Pará las rotativas... ¿Y si está de joda, qué? ¿Querés sumarte al "pepé pepé pepé" del trencito de la alegría o buscás otra cosa? Las dos opciones son más que válidas, la cuestión es que te subas a tu propio tren, no pierdas el foco, y soltalo, dejalo ir.
ME SIGUE LLAMANDO
Te separaste hace un par de meses, pero cada tanto tu ex te llama para "ver cómo estás". La última vez, te propuso ir a tomar algo y ganas no te faltaban, pero respondiste con un "no" dudoso. Cortar lleva un tiempo, así que lo mejor es ¡no perder el tiempo!: si ya sabés que no va, ¿para qué verlo? ¿Para que vea lo bien que estás, la mina que se perdió? OK, ¡¿y?! ¿Después? Quizá terminen chapando o no, pero cuando se despidan te puede doler aún más, y no está bueno volver a empezar. Además, la vida sigue, ¿cuántas oportunidades te vas a perder si seguís probando lo que ya sabés que no funciona?.
EL FANTASMA
Por el Lic. Sebastián Girona, psicólogo.
"Todos tendemos a idealizar a una ex pareja, a recordar sólo los momentos buenos y olvidar los malos o los motivos por los cuales nos separamos. Por eso, es importante que podamos ver a un ex de carne y hueso. Cuando perdemos una relación, hay un dolor natural que tenemos que transitar. No tiene un tiempo exacto porque cada uno lo vive de forma singular. Recién si pasa demasiado tiempo (un año, dos) podemos pensar que se trata de una pérdida no elaborada. Es importante que nos preguntemos para qué sirve seguir pensando en un ex. A priori, la respuesta podría ser para nada, pero a veces sirve para no tener que exponernos a un nuevo vínculo con el miedo que esto puede traer. Entender que una relación terminó es un proceso que lleva tiempo. Aceptarlo es una dura tarea que no está exenta de recaídas".
Experta consultada: Lic. Paula María Mayorga. Psicóloga.
¿Y vos tenés muertos en tu placard? Conocé más recursos para lidiar con este tipo de situaciones en S.O.S, mi ex se casó y en Reapareció tu ex, ¿y ahora qué?
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