Depresión: un test para saber si necesitás ayuda

En América, casi 7 de cada 10 no reciben tratamiento.

Hasta la depresión más grave se puede superar con un tratamiento adecuado.

“Está deprimido/a”. El diagnóstico sobre quien sea sale de la boca de cualquiera. Padres, amigos, compañeros de trabajo, hasta contactos de Facebook arriesgan a partir de los que ven en muros ajenos. Más que etiquetas al voleo, la depresión necesita diagnóstico y tratamiento especializado, ya que es la principal causa de problemas de salud y discapacidad en el mundo. Y avanza a pasos agigantados: afecta al 5% de la población, y entre 2005 y 2015 creció casi un 20%.

Por esas razones y porque se necesita derribar los prejuicios y la discriminación que funcionan como barreras para el acceso al tratamiento, y porque urge que los países dediquen más recursos a la salud mental, este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) resolvió encarar la campaña “Depresión: Hablemos”, que llega a su punto máximo hoy, Día Mundial de la Salud.

La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia persistente de tristeza y una pérdida de interés en actividades que las personas normalmente disfrutan, acompañada de una incapacidad para llevar a cabo las actividades diarias, durante 14 días o más, define la OMS.

“Nos afecta a todos. No discrimina por edad, raza o historia personal. Puede dañar las relaciones, interferir con la capacidad de las personas para ganarse la vida, y reducir su sentido de la autoestima", afirma la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne. No obstante, "incluso la depresión más grave se puede superar con un tratamiento adecuado”, alentó.

A nivel mundial, más de 300 millones de personas viven con depresión. Entre 1990 y 2013 el número de personas con depresión y/o ansiedad creció casi un 50%. Y hoy cerca de una de cada 10 está afectada por una o ambas condiciones. Sin embargo, en el continente americano 7 de cada 10 no reciben el tratamiento que necesitan, que por lo general implica psicoterapia o medicación antidepresiva, o una combinación de las dos.

Desde la OMS, apuntan a contra los prejuicios y la discriminación que pesan sobre los trastornos vinculados a la salud mental, pero también llaman a los gobiernos a invertir más. “En muchos países, no hay o hay muy poco apoyo disponible para las personas con trastornos de salud mental. Incluso en los países de ingresos altos, casi el 50% de las personas con depresión no reciben tratamiento. En promedio, sólo el 3% de los presupuestos de salud de los países se invierte en salud mental, variando de menos del 1% en los países de bajos ingresos al 5% en los países de altos ingresos.”

Para tratar estas aristas del problema, el Foro del Sector Social y el Consejo Consultivo de la Sociedad Civil llevan adelante hoy en el Palacio San Martín el encuentro “Afrontar la enfermedad desde la ciudadanía saludable”, del que participarán el ministro de Salud Jorge Lemus (entre otras autoridades de la cartera), Maureeen Birmingham, representante en Argentina de la OPS-OMS, e integrantes de entidades como Paradigma XXI, el Observatorio de Salud de la UBA, la Federación Argentina de Enfermería, FECIC, LBV, TZEDAKÁ y ALPI.

Argentina no escapa a la realidad mundial. “Un 16,3% de quienes participaron en la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de 2013 refirió estar ansioso o deprimido, siendo las mujeres las más vulnerables a los indicadores de deterioro de calidad de vida. Mientras que los jóvenes también componen otro grupo clave a abordar en esta problemática. La Encuesta Mundial de Salud Escolar de Argentina de 2012 reveló que el 27% de la población entre 13 y 16 años se sintió tan triste o desesperado que dejó en algún momento de hacer sus actividades cotidianas”, afirma Sebastián Laspiur, consultor nacional de enfermedades no transmisibles para OPS-OMS, que también participa del encuentro en el que se buscará sensibilizar y concientizar sobre el impacto de la depresión, exponer las diferentes miradas y abordajes sobre prevención y tratamiento, y compartir los avances en este tema.

“El hecho de que sea una patología que no presenta síntomas visibles, sumado a que en general quienes la padecen no suelen hablar de ella, produce un proceso negativo que repercute en las personas, en ocasiones agravando la situación y aislándolos”, apunta otra de las disertantes, Raquel Ferrazzano de Solvey, médica psicoterapeuta, especialista en terapias de avanzada, miembro fundador de la Asociación Civil EMDRIA Latinoamérica.

Durante el encuentro, los especialistas compartirán una suerte de score o test, una herramienta que de evaluación que puede orientar sobre la necesidad de de recibir ayuda profesional. Consta de 10 situaciones. Todo aquel que responda en forma afirmativa a más de 3, debería estar alerta y evaluar la necesidad de realizar una consulta.

En los últimos siete días me sucede que:

1. Estoy triste todo el tiempo
2. No puedo lidiar con los problemas que se me presentan / me siento abrumado fácilmente
3. Tengo alteraciones de sueño y/o apetito 
4. Tengo incertidumbre sobre el futuro / el futuro me parece vago e incierto
5. Nada me parece importante o todo me parece demasiado importante
6. Tengo sentimientos de culpa
7. Bajé o subí de peso sin proponérmelo
8. Lloro fácilmente
9. Mi deseo sexual disminuyó
10. Me sobra el tiempo para hacer todo lo que necesito

“Responder afirmativamente a una o dos de estas situaciones aisladas no significa que estemos en presencia de un cuadro de ‘depresión’, pero si lo hacemos sobre 3 o más de las alternativas planteadas, sí podría estar indicándolo, en ese caso sería recomendable una consulta con el especialista”, advirtió Ferrazzano de Solvey. “Tengamos en cuenta que la depresión es un síntoma de algo más profundo que está produciendo este cuadro”, concluyó.