El candidato con VIH que va por el triunfo de la concientización
Alejandro Juares es candidato a rey de la Vendimia para Todos. Con absoluta humanidad, cuenta su historia personal para derribar prejuicios y apostar a la información.

Alejandro Juares (25 años) es uno de los candidatos a la corona como rey de la Vendimia para Todxs con una de las historias más emotivas y solidarias. A quienes son portadores de VIH, muchas veces les resulta difícil abrirse y contar esa parte de su vida. En esta entrevista, Alejandro derriba prejuicios, pronunciando con total nobleza conceptos que tienen que ver el cuidado y la concientización.
- ¿Qué te motivó a presentarte como candidato a rey de la Vendimia para Todos contando tu historia de vida vinculada con el VIH?
Creo que la exposición es algo súper fundamental para que se empiece a hablar del tema. Creo que la gente tiene mucho prejuicio y falta de conocimiento. Hay personas que tienen VIH y no hablan por temor, también hay muchos que tienen el virus y no lo saben; y estamos los que queremos hablar para empezar a ser responsables como comunidad. Mi objetivo es transmitir un mensaje que tenga que ver con el hecho de cuidarnos y cuidar a la persona con la que vamos a estar.
- Cuando te enteraste de tu diagnóstico como portador de VIH, ¿cuál fue tu reacción?
Es importantísimo hacer un control cada año, saber que todos debemos hacer un test de VIH para conocer en qué situación estamos. Para mí, el comienzo no fue nada fácil. Por suerte tuve mucha contención de mi familia. Creo que es fundamental sentirse contenido.
- ¿Cómo lo tomó tu entorno?, tanto amigos como familia.
Los primeros en enterarse fueron un amigo y una amiga, y después llegó el momento de decírselo a mi familia. Mi mamá súper bien, me acuerdo que me dijo que era una parte más de mí, que tenía que seguir viviendo. Desde ese momento, también tuve presente que es importante concientizar y tener los cuidados que corresponden en cada relación.
- Es gratificante que familia y amigos desde hayan decidido apoyarte desde el comienzo. ¿Cómo tomaron el hecho de que decidas exponer tu historia personal en una escena mediática?
Después de la carta que yo publiqué en redes sociales, contando mi historia, yo me di cuenta que si bien todo mi círculo íntimo lo sabía; ahora también lo saben por ejemplo los vecinos de mi mamá. Mis padres son de Junín, y debe ser impactante para mis papás que les pregunten, pero ellos súper bien; me siguen apoyando incondicionalmente.
- Desde lo clínico, ¿también te sentiste contenido?, ¿tu tratamiento comenzó en el ámbito de la salud pública o de una prepaga?
Al principio recurrí a la salud pública, después tuve mi obra social que me cubre todo tipo de medicación, pero está bueno informar que desde el ámbito público todo es gratuito: testeo, controles, medicación. Hay cuatro ONG vinculadas con el VIH en Mendoza, y yo me puse a disposición de todas ellas. La contención es súper importante, me han escrito muchísimas personas con VIH, que me dijeron "qué valiente, yo no lo puedo decir, estoy todos los días mal".
- ¿Vos confiaste plenamente en el protocolo a seguir para todo portador de VIH?
Yo soy enfermero, así es que ya desde un principio tenía conocimiento sobre el tema. Si bien ya no estoy trabajando como enfermero, siempre confié en el protocolo, desde el testeo hasta la medicación. Si uno vida lleva una vida sana, haciendo deportes, se puede tener un día a día absolutamente normal, siempre cuando uno tome retrovirales, y así poder llegar a que el virus se vuelva indetectable; es decir a la instancia en que el virus está totalmente bloqueado por anticuerpos. Ese es el gran logro para quienes tomamos medicación.
- ¿Cómo te has sentido en tus relaciones afectivas cuando llega el momento de contarle al otro sobre tu realidad? ¿Cuál ha sido la respuesta frente a la revelación de esa parte de tu vida?
Después de mi diagnóstico tuve tres parejas. Ellos tres no son portadores de VIH, obviamente a todos se los dije. Es muy importante que la persona que yo elijo que esté a mi lado lo sepa. Es una forma de cuidar al otro por sobre todas las cosas. Mis tres ex lo tomaron muy bien, de hecho hasta el día de hoy me siguen preguntando cómo estoy y acompañando desde un lugar de maduración, respeto y mucho amor. Uno de mis ex me acompañaba a mi médica, siempre consultábamos todo, desde los recaudos necesarios a nivel sexual, hasta lo más cotidiano.
- Décadas atrás, cuando irrumpió el VIH, cuando se hablaba solamente de sida, se lo enunciaba como una suerte de castigo moral y divino hacia la comunidad gay. En poco tiempo, se constató que el virus llegaba a todos por igual. La comunidad LGBT, en un principio fue pionera en cuanto a tomar medidas de cuidado y prevención. Sin embargo ahora, hay una proceso de descuido, tanto en gays como heterosexuales. Hay mucha gente que no usa preservativo en sus relaciones, ni remotamente le importa usarlo. ¿Qué pensás sobre este tema?
Todo tiene que ver con la falta de información y educación. En la comunidad gay creo que tenemos un montón de falencias. Uno de los motivos por los que decido exponerme tiene que ver con la aspiración a que el VIH pase a la historia, que se acabe. Es el aporte que yo quiero dar. Tiene que terminar esta curva de descuido en que está cayendo la humanidad. Porque no sólo está en juego la salud de uno, sino la de los otros. Hay que hablar cada vez más del VIH. Salga o no yo rey de la Vendimia para Todos, espero que sea útil para que se siga desarrollando cada vez más el tema. Se puede llevar una vida absolutamente normal, siendo una persona responsable. Los jóvenes, que están iniciando su vida sexual, tienen que aprender a hacerse responsables de usar preservativo.
- ¿Qué pensás sobre las personas que son portadoras de VIH y eligen no tratarse ni medicarse?
Yo creo que es un tema de aceptación de cada uno. Es un proceso personal. Espero que se den cuenta de que pueden estar dañándose a sí mismos, y a también a muchos otros. Hay gente que piensa que tener un diagnóstico positivo en VIH equivale a una sentencia de muerte, y no es así. Si no tomás medicación, corrés el riesgo de que se despierten manifestaciones nada favorables, tu sistema inmunológico se va a venir abajo. Tomando retrovirales podés llevar una vida totalmente normal, con una medicación que te ayude a que tus defensas estén altas. El resto por supuesto depende de la forma de vida que uno lleve. Por sobre todo, hay que aceptarse y concilarse con uno mismo.
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