Límites al negocio del juego
Se trata de una actividad que merece ser erradicada, pues ha dejado a familias enteras en la calle y servido para financiar la política de manera ilegal
DOMINGO 30 DE OCTUBRE DE 2016
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La detención de una banda dedicada a la quiniela clandestina en la provincia de Buenos Aires es otra imagen contundente en el álbum de fotos de la ilegalidad de actividades que han podido sostenerse en el tiempo gracias a la complicidad de parte de la policía y de la política. Que el cabecilla de la banda atrapada, Adrián Almaraz, haya dicho como justificación de su proceder que la intención era "blanquear" ese trabajo ilegal, pero que no se podía porque la policía también vivía de él y que, más tarde, el titular de la Lotería bonaerense, Melitón López, haya considerado que el juego clandestino "supera al legal en una proporción de 5 a 1" y que solamente Almaraz podía llegar a "levantar" más de 500 millones de pesos por año", nos indica que son muy pocos los que desconocen lo que sucede. Y que son muchísimos los que permiten que siga ocurriendo.
Durante el operativo policial, que incluyó varios allanamientos, se secuestraron sobres con dinero que presuntamente debía llegar a las unidades policiales de Morón, Merlo, Haedo e Ituzaingó, pues eso es lo que habían anotado en ellos. Se hallaron también 750.000 dólares, 250.000 pesos y 10.000 euros. El dinero fue encontrado en cajas fuertes, en una habitación del propio Almaraz, quien admitió que tuvo protección de las anteriores autoridades de gobierno.
La pelea contra el juego -ilegal y también legal, cuya proliferación había sido largamente facilitada durante la gestión de Daniel Scioli- ha tomado en la agenda de la gobernadora María Eugenia Vidal un lugar clave. Ciertamente, no es una tarea fácil ni exenta de riesgos. La cruzada contra el juego clandestino es importante, pero es un pequeño "vuelto" para las arcas de quienes han decidido usar al Estado en su propio beneficio. El "negocio" del narcotráfico es mucho más redituable para los delincuentes que el de la quiniela clandestina. Eso no quiere decir que no se avance contra actividades ilegales menores, pero hay que tener muy en cuenta que quienes dejarán de cobrar por un lado intentarán hacerlo por otro. Sin un verdadero control, el delito seguirá mutando, reconvirtiéndose.
Resultan destacables los pasos dados hasta ahora por la gobernadora Vidal. A pocos meses de haber asumido, decidió poner un freno a la llamada Quiniela Instantánea, que permite apostar y conocer de inmediato el resultado de la jugada y que, en una de sus variantes, habilitaba a volver a apostar lo ganado inmediatamente. Vidal frenó esa posibilidad tras varias y duras advertencias que realizaron tanto la Iglesia como dirigentes de la alianza Cambiemos y de parte de la oposición. "El juego de azar -en este caso el legal- es un negocio que mueve gran cantidad de dinero para beneficio de unos pocos en detrimento de muchos, especialmente de los más pobres", había dicho la Iglesia. Y no resulta ocioso recordar cuánto representa aún hoy el producido del juego en el financiamiento de la política.
Otro paso ponderable de Vidal fue el rechazo a la apertura del Bingo La Noria, un complejo de tragamonedas erigido en una de las zonas más vulnerables de Lomas de Zamora, cerca de la terminal de ómnibus más transitada del conurbano.
En las últimas horas, en cambio, trascendió que la gobernación bonaerense daría marcha atrás con el proyecto de subir del 12 al 19% el impuesto a los ingresos brutos a los 46 bingos que funcionan en la provincia, que había sido pensado como un modo de recaudar más para destinar ese dinero a actividades de las que sí debe ocuparse el Estado, como salud o educación.
Según publicaron varios medios, Vidal habría suspendido esa medida por presiones del director de Lotería provincial, un hombre ligado a Daniel Angelici, presidente de Boca y dueño de bingos, a quien Elisa Carrió señala como el mayor operador del gobierno nacional ante la Justicia.
Como hemos señalado en reiteradas oportunidades desde estas columnas, el juego es un vicio, una costumbre perniciosa que los gobiernos deben combatir y no facilitar y, menos aún, valerse de él para conseguir dinero para cubrir el rojo fiscal o financiar la política a costa de los sectores más desprotegidos. Los trastornos que provoca en las personas conforman un enorme abanico, que va desde quien lo considera una distracción ocasional hasta quien no puede librarse de él: el ludópata. Lamentablemente, para muchas personas el juego representa una equivocada esperanza de salvación económica que, en definitiva, no hace más que reemplazar la cultura del esfuerzo y del trabajo por la de la irracionalidad y el azar.
Aumentar los ingresos brutos al juego fue una promesa de campaña de Vidal. La gobernadora no debería ceder a presiones. Por estas horas, parte de la oposición en la Legislatura bonaerense apura sus propias iniciativas al respecto, como ocurre en las filas del Frente Renovador y en GEN.
El antecedente más reciente de reformas tributarias respecto del juego es el de la ciudad de Buenos Aires, donde un decreto del presidente Mauricio Macri que transfiere la jurisdicción a ese distrito permitió, por ejemplo, que el Casino Flotante de Puerto Madero y el Hipódromo de Palermo pasaran a tributar fuertemente a las arcas oficiales porteñas. Según pudo conocerse, es intención del jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, después de haber cerrado los bingos del distrito y de lograr cobrar 12% de ingresos brutos a ambos centros de apuestas, limitar el juego mediante la no renovación de licencias . Esa estrategia, precisamente por lo que venimos comentando, podría encontrar más de un escollo teniendo en cuenta la enorme cantidad de intereses que se mueven en torno de esta actividad.
Habrá que estar atentos a todos los movimientos que se produzcan alrededor de ella, pues cualquier relajamiento de las autoridades es lugar propicio para que se cuelen otros negocios espurios. Y, más allá de lo económico, habrá que estar muy atentos a que desde ningún sector se promueva la ampliación de una actividad dañina y perversa como el juego, enorme escollo social y personal que ha dejado a familias enteras en un tremendo desamparo. Por culpa de la dependencia a este verdadero vicio, muchos lo han perdido todo.
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