Está vigente la ley de Drogas Cero al Volante, pero no la aplican porque tienen muchas dudas


Transporte llamará a expertos para aclarar los grises que tiene la norma. La relación entre accidentes y sustancias es cada vez más frecuente
 
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OPERATIVOS. Los narcotest deberán sumarse a los controles habituales. Hoy, los de alcoholemia ya se realizan durante todos los fines de semana.

Arranca el fin de semana y los médicos de urgencias saben que les esperan noches muy movidas. Que tendrán que asistir heridos en varios accidentes. Y que en la mayoría de los casos serán jóvenes, motociclistas, alcoholizados o, como bien ellos definen, “idos”. “Es evidente en muchos choques que los protagonistas han consumido drogas ilegales. Están desorientados o demasiado eufóricos”, describe el doctor Juan Masaguer, de la Dirección de Emergencias de la Provincia.

En Tucumán aumenta el uso de drogas entre los jóvenes. Cada vez hay más motos. Y más accidentes. Sin embargo, en las rutas y caminos sólo se controla que los conductores no hayan bebido ni una gota de alcohol. Si alguien maneja después de haber consumido marihuana, cocaína, anfetaminas o exceso de medicamentos, nada ni nadie le impedirán que siga su camino. Aún sabiendo que en estas circunstancias una persona es tanto o más peligroso que conduciendo ebria.

Desde abril está vigente en la provincia la ley “Drogas Cero al Volante”, que prevé la implementación de controles viales para detectar, mediante dos pruebas, si un conductor ha ingerido sustancias ilegales o medicamentos que afecten sus capacidades. Iba a empezar a aplicarse en julio. Sin embargo, por ahora, la normativa tiene destino incierto. Y hay polémica: el autor del proyecto sostiene que es fácil de aplicar. Pero las autoridades opinan todo lo contrario: sostienen que la norma despierta muchas dudas y que operativamente puede ser problemática. Por esta razón, antes de sacar a la calle los narcotest le pedirán la opinión a distintos expertos.

Choferes bajo la lupa

En los últimos días nueve choferes de colectivos dieron positivo en controles de consumo de droga realizados en Bahía Blanca. En cuatro casos el Juzgado de Faltas decidió inhabilitarlos para conducir por nueve meses. Además, deberán pagar multas de $ 5.200.

El caso encendió la alerta en todo el país. Claudio Viña, autor del proyecto de ley que aprobó la Legislatura local este año, exigió que cuanto antes las autoridades de la Secretaría de Transporte pongan en práctica la normativa. “Si bien no están tan presentes como el alcohol, hay drogas muy difundidas como la marihuana, la cocaína y el éxtasis, que hacen que se pierdan determinadas aptitudes al manejar, al igual que medicamentos, y que son un peligro en las calles y rutas”, señaló.

“Es mentira que se trata de una ley difícil de aplicar. Ya hay otras provincias que realizan estos operativos”, señaló el legislador. Él mismo estuvo averiguando sobre los costos de los pupilómetros, que son aparatos que detectan una determinada dilatación que podría estar relacionada al consumo de sustancias. Si en ese control el conductor da positivo tiene que pasar a un test de saliva, en el que unas tiras reactivas detectan qué tipo de sustancia consumió.

“El test de seis drogas en saliva (detecta consumo de cannabis, opiáceos, cocaína, metanfetaminas, anfetaminas y benzodiacepinas) cuesta 8 euros ($ 136)”, detalló.

Otras cuestiones

El secretario de Transporte, Benjamín Nieva, sostiene que no es la cuestión económica la que más pesa en este debate. “Antes de aplicar la norma necesitamos que la vean bien los expertos, que nos ayuden a reglamentarla bien. Hay que hacer un trabajo serio. Esta ley salió muy rápido; sin embargo, notamos que hay algunos puntos que despiertan dudas. Un ejemplo es lo que pasó en Bahía Blanca. Según los choferes, dieron positivo en el test porque habían consumido hojas de coca, algo que es legal y que muchos conductores hacen especialmente en el norte del país. Hay que estudiar bien qué vamos a hacer en cada caso”, señaló.

Casos

La relación entre el consumo de drogas y la conducción no se detecta en las calles, pero sí aparece con evidencia en los hospitales. Alfredo Córdoba, del departamento de Toxicología de la Asistencia Pública de la Municipalidad capitalina, cuenta que en ese servicio los jóvenes que llegan a tratamiento suelen confesar que más de una vez manejaron bajo los efectos de distintas sustancias ilegales mezcladas con alcohol. “Para tener en cuenta: el 100% de los adictos que llega aquí conduce motos”, especificó.

“Pienso que los narcotest son más que necesarios. En nuestra provincia la gente le perdió el miedo al cannabis. No sorprende escuchar a las personas decir que como no pueden beber alcohol y manejar, entonces fuman porros. Los efectos de la marihuana a la hora de conducir son serios porque afectan la percepción de los distintos elementos que hacen al tránsito”, precisó.

Masaguer, de Emergencias provincial, sostiene que desde hace unos años aumentó muchísimo el consumo de drogas sintéticas y de la basura de la cocaína, más conocida como “Paco”. Y que esto se ve en las emergencias. “Si bien el alcohol sigue siendo lo más preocupante porque aparece en la gran mayoría de los accidentes graves, no hay que restarle importancia a las drogas ilegales. Atendemos cada año 30.000 accidentes y la cifra va en aumento. Por eso, urge que se incrementen los controles en la provincia”, sugirió.

Estudio nacional

En el hospital Padilla, por ejemplo, dos de cada 10 pacientes que ingresan al servicio de emergencias han consumido sustancias psicoactivas, de acuerdo con una investigación realizada en todo el país por la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar). Tucumán lidera el ranking de provincias donde más se relaciona el uso indebido de drogas y la consulta de emergencia.

En los últimos años, según este trabajo, se duplicaron los casos de emergencias en los que aparece el consumo de sustancias. La mayoría de las consultas en las que aparecen las drogas son por accidentes de tránsito (45%). El alcohol se ve en el 80% de los casos, luego se observa el uso de marihuana (19,5 %) los ansiolíticos, sedantes y tranquilizantes (12 % ), la cocaína (9 %) y la pasta base con el (6%).
"El test debería hacerse con médicos"

“El test de drogas cero es una prueba que da lugar a muchas dudas, porque puede dar positivo por medicamentos, por ejemplo. Pero eso no puede ser el motivo por el que no se lo aplique. Es un control muy necesario. Todas las dudas se solucionan con un médico presente, capaz de reconocer los síntomas de una personas que está conduciendo bajo los efectos de una droga”, opina el toxicólogo Alfredo Córdoba.

El experto se refirió a la posibilidad de que haya conductores que sean sancionados por coquear, un hábito muy arraigado en todo el norte argentino. “La hoja de coca tiene como principio activo la cocaína así que probablemente si alguien estuvo consumiendo pueda dar positivo en un estudio de este tipo”, señala Córdoba, quien asegura que ante estos casos se puede recurrir a una prueba más específica, como es la de orina.

“La ley permite el consumo de hojas de coca; no habría por qué perseguir a estos conductores”, opina. No obstante aclara que las investigaciones, por el momento, son contradictorias en cuanto a los efectos del coqueo sobre la salud humana. Mientras que algunos estudios hablan de los beneficios nutricionales y de la capacidad para quitar el sueño y regular la glucosa, otros trabajos han demostrado que el consumo prolongado de las hojas de coca podría dañar la salud. “Dejando de lado esto, los narcotest son muy importantes. Si tomamos en cuenta que la marihuana es después del alcohol la droga más consumida, los peligros al volante son muchísimos”, señaló. Algunos estudios han demostrado que conductores que han fumado marihuana tienen dos veces más probabilidades de ser responsables por una colisión grave.
Secuestraron 300 vehículos en tres meses

La ley de Alcoholemia Cero rige en la provincia desde julio. En los primeros tres meses secuestraron 300 vehículos porque sus conductores no respetaron la norma que prevé que no se puede tomar ni un sorbo de alcohol.

En el 80% de los casos los sancionados fueron hombres de entre 22 y 40 años, según destacó el secretario de Transporte de la provincia, Benjamín Nieva. “Por ahora, no tuvimos problemas. Hicimos muchas campañas de concientización y la gente sabe que no puede tomar. Lo que sí vemos es que muchos exigen una contraprueba cuando el alcoholímetro indica que sí han bebido”, señaló el funcionario.

Considera que es muy pronto para hacer una evaluación sobre el impacto que tiene la norma en la seguridad vial. “Recientemente pedimos un informe a Epidemiología de la provincia y vemos que el nivel de accidentes se mantiene. En las guardias, de cada 10 accidentados que llegan seis han bebido alcohol. Eso no ha cambiando. El 70% de los heridos es varón, y 22 años es el promedio de edad de los heridos. Creo que va a pasar un tiempo hasta que realmente veamos los efectos de esta ley, que es muy buena”, precisó Nieva, quien considera que es clave aumentar los controles.

Aclaró que aquellos conductores que no pasan la prueba del alcoholímetro pueden cederle el volante a otra persona con carnet y que esté sobria, en condiciones de hacerse cargo de la conducción. En esos casos no secuestran el rodado, pero sí les hacen las multas. Las infracciones prevén penas que van desde los $ 15.000 e inhabilitaciones de hasta dos años para los que manejen bajo los efectos del alcohol.
Marihuana.- Tiene un efecto depresor, al igual que el alcohol. La marihuana puede atrasar el tiempo de reacción y deteriorar las facultades para juzgar el tiempo, la velocidad y la distancia. Además disminuye la coordinación motora. En un estudio, el consumo de alcohol junto con el de marihuana hizo que los conductores tuvieran más deficiencia, menos atención en la ruta y altas probabilidades de conducir haciendo zigzag.

Cocaína.- Los conductores que han usado cocaína pueden ser agresivos e imprudentes cuando conducen. El éxtasis al igual que la cocaína, pueden aumentar la confianza del conductor de manera que se atreve a hacer maniobras más arriesgadas. Reduce la coordinación motora y afecta la capacidad para calcular distancias y velocidades.

Otras drogas.- Ciertos tipos de sedantes, llamados benzodiacepinas, pueden causar mareos y sueño, deficiencias que afectan la conducción. No obstante, según un estudio del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi), la ingestión de dosis bajas de estos medicamentos no provocan cambios en la conducta que afecta directamente al manejo. Vale aclarar que los tests rápidos de saliva sólo dan positivo ante la presencia de dosis elevadas de estas drogas legales.

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