30 pacientes argentinos participarán de un novedoso estudio en cáncer


Salud
Es la biopsia líquida, que con tan solo una muestra de sangre buscará detectar mutaciones genéticas en tumores colorrectales avanzados para decidir la mejor opción terapéutica.

En los próximos meses, 30 pacientes argentinos con diagnóstico reciente de cáncer colorrectal metastásico (es decir, que se ha diseminado más allá del intestino) ingresarán a un estudio que se realiza por primera vez en el país. La investigación busca aportar información acerca de la biopsia líquida, un novedoso recurso que podría cambiar la forma de diagnosticar los procesos oncológicos. Pero, además, el protocolo promete aportar información específica sobre los tumores para ayudar a decidir el tratamiento más adecuado para cada paciente.
El cáncer colorrectal se cobra 20 vidas diarias en nuestro país. Es la segunda causa de muerte por tumores malignos, después del cáncer de pulmón y antes del cáncer mamario. Detectado a tiempo, antes de diseminarse hacia los ganglios u órganos vecinos, las posibilidades de curación superan el 90 por ciento. Sin embargo, gracias a un conocimiento cada vez mayor de la genética de los tumores, en la actualidad también existen posibilidades terapéuticas para tratar los cánceres de colon o recto aun en etapas avanzadas.
A diferencia de la conocida biopsia sólida, que mediante una cirugía, una endoscopía o una punción toma parte del tejido tumoral y luego de un proceso que lleva varios días indica si hay o no cáncer, la biopsia líquida se perfila como un método que permite, con una simple extracción de sangre, llegar a la misma conclusión en apenas un día.
“Claro que, por ahora, no se trata de reemplazar la biopsia tradicional o sólida, es decir, la anatomía patológica que se realiza habitualmente -explica Yanina Powazniak, bióloga molecular, Directora Técnica y Directora de Investigación y Desarrollo de Biomakers, centro especializado en estudios genéticos y moleculares-. El cáncer es un proceso dinámico y las biopsias líquidas permiten una evaluación continua de la evolución de los tumores, que van cambiando, a partir de las células o del ADN de esas células que circulan en el torrente sanguíneo. Esas alteraciones pueden llegar a predecir o modificar un tratamiento sin que el paciente deba ser sometido a una nueva biopsia mediante punción, endoscopía o cirugía, con la incomodidad que eso conlleva. Además, puede ser muy útil para tumores de difícil acceso, como por ejemplo los de pulmón”.
El doctor Guillermo Méndez, médico oncólogo del Hospital de Gastroenterología Udaondo y de la Fundación Favaloro, añade que el estudio, sponsoreado por el laboratorio alemán Merck, incluirá pacientes de ese hospital, del Instituto Alexander Fleming, el Instituto Roffo y el hospital Militar. “Todos con diagnóstico reciente de cáncer de colon metastásico mediante biopsia sólida disponible que no hayan realizado ningún tratamiento”, puntualiza Méndez.
Los investigadores analizarán tanto en la biopsia sólida como en la biopsia líquida si en el tejido tumoral está mutado un oncogen llamado RAS. “Los pacientes con esa mutación no son buenos candidatos para recibir dos anticuerpos monoclonales disponibles hoy en día para el tratamiento del cáncer colorrectal avanzado, llamados cetuximab y panitumumab -ilustra el oncólogo-. Es decir, conocer si el gen está mutado o no ayuda a decidir la mejor terapia, y a hacerlo más rápido, aportando sobrevida y calidad de vida sin agregar toxicidad”.
La sensibilidad de la biopsia líquida es también un punto a favor del método, agrega la doctora Powazniak. “Se basa en la tecnología Beaming y puede detectar material genético mutado sobre material genético normal en una relación de 1 en 10.000, reduciendo el número de falsos negativos”, afirma la bióloga.
“El objetivo del estudio que realizaremos -añade el doctor Méndez- es de concordancia: es decir, demostrar que es posible encontrar esa mutación en la sangre del paciente con la misma sensibilidad y especificidad con que es posible hallarla en la biopsia o tejido sólido. Por el momento, buscaremos la concordancia del oncogen RAS en ambos tipos de biopsias, pero en un futuro se podrán buscar en sangre otras alteraciones a nivel molecular involucradas en el desarrollo tumoral, siempre para decidir terapias más específicas”.
Méndez agrega que el protocolo ya está aprobado por los Comités de Ética de las instituciones que intervienen y se está a la espera de la importación de la nueva tecnología, que llegará en los próximos meses. “La idea es que, en un futuro -concluyó el oncólogo- la biopsia líquida se convierta en la técnica universal de elección para conocer la biología de los tumores en todas las etapas del cáncer y no quede restringida al estadio metastásico. También, la intención está puesta en que en un futuro sea posible estudiar la evolución de un tumor sin necesidad sin prácticas invasivas, mediante una simple extracción de sangre, y adecuar la terapéutica a los cambios que registre”.
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