Investigadores tucumanos desarrollaron un probiótico que podría prevenir o tratar las lesiones digestivas


Científicos del Cerela participaron de un estudio realizado en forma conjunta entre científicos argentinos y alemanes.

Hace 2 Hs 4 85
1
Graciela Font de Valdez (de anteojos, en el centro de la imagen) junto al grupo de investigadores que participaron del estudio. FOTO TOMADA DE AGENCIACYTA.ORG.AR
Investigadores tucumanos participaron de un estudio realizado en forma conjunta entre científicos argentinos y alemanes, que abre el camino para el desarrollo de un tratamiento natural para prevenir o tratar la gastritis o inflamación de la mucosa gástrica, sin los efectos secundarios de la medicación convencional. 
Los síntomas más comunes de la patología son una sensación ardiente en la boca del estómago que puede llegar hasta el pecho, acidez, náuseas, vómitos, indigestión y pérdida de apetito. Y el cuadro puede desencadenar en úlceras hemorrágicas. 
Según los investigadores del Centro de Referencia para Lactobacilos (Cerela) de Tucumán, dependiente del Conicet, la clave podría estar en la ingestión de la bacteria probiótica Streptococcus thermophilus CRL1190. En lo que puede considerarse una especie de “guerra bacteriológica”, esa cepa podría anular o limitar el rol patógeno de otro microorganismo, Helicobacter pylori, causante de gastritis y úlceras. 
“En un modelo de inflamación inducido usando células humanas de estómago incubadas con Helicobacter pylori, nuestro probiótico disminuyó el estado de inflamación y mostró capacidad de competir por el sitio de unión con la bacteria patógena”, reveló a la Agencia CyTA-Leloir la doctora Graciela Font de Valdez, investigadora Superior del Conicet en el Cerela. 
El trabajo es parte de la tesis doctoral del biotecnólogo Guillermo Marcial, bajo la dirección de Font de Valdez. Marcial correlacionó los hallazgos en líneas celulares humanas con estudios previos realizados en ratones con gastritis: aquellos alimentados con leche fermentada rica en Streptococcus thermophilus CRL1190 disminuían el estado inflamatorio de la mucosa gástrica de manera similar a quienes recibían omeprazol (un medicamento que bloquea la secreción de ácido por el estómago). 
“Los resultados son muy alentadores”, aseguró Marcial, quien ahora tiene una posición posdoctoral en el Instituto de Genética de la Universidad de Florida, en Estados Unidos, y solicitó su ingreso a la Carrera de Investigador del Conicet en la convocatoria 2017. 
El próximo objetivo de los investigadores es desarrollar “bioformulados” que puedan ser administrados en forma de suplemento dietario soluble o como snack frutal o de base láctea (yogur o leche fermentada). “No presentan contraindicaciones y pueden servir tanto para prevenir como para tratar la gastritis”, destacó Marcial. “Además -agregó-, tenemos estudios con el probiótico CRL 1190 combinado con extractos de plantas medicinales del noroeste argentino, lo que abre perspectivas muy interesantes en Fitomedicina”.
Del avance también participaron Julio Villena, del Cerela; Gerhard Fuller, del Hospital St. Vincentius, en Karlsruhe, Alemania, y Andreas Hensel, de la Universidad de Münster, Alemania. La investigación contó con fondos aportados por el Conicet y la Agencia Nacional de Ciencia y Tecnología (ANPCyT).
Marcial también realizó una estadía en la Universidad de Münster para profundizar estos estudios gracias a una beca cofinanciada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación y el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD, según sus siglas en alemán).

EN ESTA NOTA

Comentarios

Entradas populares