Bienvenida primavera: armá tu huerta en el suelo, macetas o cajones


Cualquier espacio al aire libre sirve para sembrar, cosechar, conectar con la naturaleza y empezar a comer rico y saludable. En esta nota, las claves para hacerlo con éxito
Por Josefina Marcuzzi  | 
pocas sensaciones son tan placenteras como la de comer lo que se cultiva y se cosecha con las propias manos. Ese es uno de los motivos por los cuales se multiplican las huertas urbanas. El otro, es el fuerte debate que se plantea acerca de los agregados químicos que tienen los vegetales y al mismo tiempo, las dificultades que existen para que todos podamos acceder a los productos orgánicos.
La clave es, a la hora de encarar la huerta, organizarse: hay que tener, como mínimo, seis horas de sol en invierno; un suelo rico en materia orgánica y buen drenaje. Finalmente, una canilla cerca para el riego diario.
 

HUERTA AL NIVEL DEL SUELO

Las casas con jardín son ideales porque el suelo suele ser rico para cultivar. Antes de armarla, durante el verano, es ideal hacer varias pasadas con un herbicida total (de corto efecto residual) para matar la gramilla. En las huertas caseras se recomienda realizar siembra directa o de asiento.
Aquí crecerán sin problemas las plantas que se cosechan jóvenes, como la rúcula, los rabanitos y algunas variedades de lechugas. Un dato: si se utilizan cercos para marcar el perímetro, una buena opción son las especies trepadoras, se gana espacio y queda lindo. Es importante que la organización vaya en función de su crecimiento: por ejemplo, ubicar las plantas más altas (alcaucil, arvejas, berenjena, pimiento, papa) en el centro del cantero o en el borde opuesto de donde da el sol, y disponer hacia los costados las más bajas y de cosecha frecuente (espinaca, lechuga, rúcula, rabanito, remolacha, zanahoria)
El ancho de los canteros puede ser de 0,7 m si son perimetrales y de 1,2 m como máximo en el caso de los de interior. En cuanto a los caminos, el ancho podrá variar entre 0,5 y 0,8 m para que sea cómodo trabajar y circular por la huerta. Una vez definidas las medidas, hay que delimitar la huerta con estacas y piolín. Una condición fundamental es que el suelo drene muy bien. También conviene levantar los bordes para que queden por arriba del nivel del césped.
 

EN CAJONES ELEVADOS

Son ideales para un pequeño patio o una terraza: son cómodos, ideales para tener aromáticas y algunas hojas para ensaladas. También, para quienes trabajan toda la semana y solo pueden ocuparse de la huerta los fines de semana, porque es fácil de cuidar y cómodo. Nuevamente, el primer paso es medir el espacio disponible para calcular cuántos cajones, que deben medir entre 0,7 m y 1,1 m de ancho, van a entrar. Si son muy anchos se hace muy difícil llegar al centro para trabajar. El largo es variable y los pasillos deben ser suficientemente amplios como para que pueda pasar una persona y sentarse o arrodillarse con comodidad. La altura también puede variar –cuanto más altos, más cómodos–, pero el costo de la tierra negra y el compost puede encarecer mucho el presupuesto a la hora de rellenarlos. Los materiales pueden ser ladrillo, cemento o maderas, especialmente quebracho, incienso, eucalipto o pino.
 

EN MACETAS

Esta tercera opción es ideal para quienes solo disponen de un balcón o una terraza muy pequeña. Es imprescindible que haya varias horas de sol por día. Estas huertas necesitan una provisión de agua mayor que las plantas de tierra, por lo que debe haber una canilla cerca y es necesario colocar una manguera o sistema de riego por goteo que recorra cada maceta. La ventilación es otro factor a tener en cuenta, ya que un exceso de viento puede ser tan perjudicial como la falta de circulación de aire, especialmente en verano.
Una vez alcanzado el microclima favorable, el objetivo es comprar o fabricar contenedores, que pueden ser macetas de fibrocemento, terracota, madera, hierro o mampostería de buen tamaño, de modo que las hortalizas tengan suficiente espacio para crecer y que fructifiquen. Las macetas muy pequeñas no son recomendables ya que, además de secarse rápidamente, la tierra que contienen puede recalentarse y perjudicar las raíces. Y, por otra parte, las plantas nunca adquieren un gran tamaño.
Las macetas o contenedores de fibrocemento pueden ser una muy buena opción, porque son livianas y se consiguen en distintos tamaños. La limpieza permanente es muy importante en este tipo de huertas, ya que, al haber poco espacio disponible, las malezas son una gran competencia.
¿Qué podemos plantar en macetas o contenedores? En algunas semillerías se han comenzado a desarrollar cultivos especiales para espacios reducidos, como repollos miniatura, zanahorias para macetas, tomates cherry enanos y otros. Es una tendencia que crece día a día y puede ser una gran opción para tener una pequeña huerta en casa. Las aromáticas crecen muy bien en macetas, y como muchas de ellas son perennes, garantizan –además de una buena cosecha– un aspecto agradable todo el año y menos trabajo de reposición. Se recomiendan: hojas y flores: lechuga, rúcula, espinaca, acelga, repollo, brócoli, coliflor, taco de reina. Granos: arveja y chaucha. Frutos: tomate, pimiento, berenjena, zucchini, frutilla.Y raíces: rabanito, remolacha y zanahoria. Ya no hay excusas, en el jardín, terraza o balcón, animate a cultivar tus propios alimentos, tanto en sabor como en salud, hace una gran diferencia.
 

¿QUÉ SEMBRAR EN CADA ESTACIÓN?

 
 

Comentarios

Entradas populares