EPOC: por qué nos mata y cómo se previene
La enfermedad, asociada al cigarrillo, se cobra más vidas que el cáncer de mama. Entre mujeres participó en una charla con expertos y te cuenta cuáles son los síntomas y los posibles tratamientos.
Inspirá e inspirá. Ahora tratá de salir corriendo. Seguramente va a costar, ¿no? Cuando el aire entra, pero no sale, podemos estar ante la EPOC o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica. Tiene un nombre complejo, pero es muy frecuente y los expertos advierten sobre su avance, principalmente entre las mujeres.
Todos conocemos a alguien que sube unos escalones y siente que le falta el aire. Escuchamos hablar de la bronquitis crónica y del enfisema. O minimizamos ciertos síntomas como una simple ”tos del fumador”. Todo eso, hoy se engloba dentro de la EPOC.
La principal causa es el cigarrillo. Por eso, de la mano del aumento de fumadoras, crece en el mundo el número de mujeres con EPOC. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad afecta casi por igual a ambos sexos.
Los efectos son alarmantes. ”Se mueren más mujeres por EPOC que por cáncer de mama”, advirtió el doctor Alan Kaplan, experto en vías respiratorias y presidente de la Family Physician Airways Group Canada (FPAGC). Fue en una charla organizada por el laboratorio Nycomed, en la que participó Entremujeres.
Nosotras tenemos todas las de perder. Si comparamos a una mujer fumadora con un hombre fumador, ella tiene más posibilidades de sufrir EPOC porque es más suceptible al humo del tabaco. Esto sucede porque las hormonas femeninas bloquean el proceso de antioxidación. Como si fuera poco, para las mujeres que tienen la enfermedad, las complicaciones también son mayores.
”Chau pucho”
¿Qué hay que hacer para evitar la EPOC? ”Primero, dejar de fumar. Segundo, dejar de fumar y, tercero, dejar de fumar”, sintetiza Kaplan. Es que el cigarrillo es la causa más común de la enfermedad, que es prevenible y tratable. Sí, se puede prevenir si le decimos ”chau” al pucho.
Si tenés el vicio, te conviene estar atenta. ”Los síntomas principales de la EPOC son dificultad respiratoria, tos y expectoración crónica. Una persona fumadora con más de 40 años y alguno de estos síntomas debería consultar y realizar una espirometría para confirmar el diagnóstico”, señala el doctor Eduardo Giugno, profesor adjunto de neumonología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. La epistometría es una prueba que mide la cantidad y la velocidad del aire inspirado y espirado. Sirve para detectar si tenemos o no la enfermedad.
Aunque fumar es la causa principal, no es la única. ”Hay evidencia sobre casos de no fumadores o ex fumadores, quienes también pueden desarrollar la enfermedad”, cuenta el doctor Federico Colodenco, jefe de alergia e inmunología del Hospital María Ferrer y director de la carrera de especialistas en neumonología de la UBA.
El 10% de los pacientes con EPOC nunca tocó un cigarrillo. Contrajeron la enfermedad por otras causas, como la contaminación del aire en locales cerrados, la contaminación del aire exterior y los polvos o productos químicos en el medio laboral.
Ataque al pulmón
Quien tiene la enfermedad la padece todos los días; de ahí la ”C” de ”Crónica” que finaliza la sigla EPOC. Ve limitadas sus tareas cotidianas, como levantar a los chicos, y sufre un gran impacto en su vida sexual.
”Es una enfermedad como la hipertensión: una vez que se produce, se trata”, ejemplifica el doctor Juan Antonio Mazzei, neumonólogo y profesor consulto de medicina de la Universidad de Buenos Aires. La tienen unas 210 millones de personas, según datos del 2007 de la OMS. En nuestro país no hay registro de la cantidad de afectados.
A lo largo de la enfermedad, algunos pacientes (no todos) pueden sufrir exarcebaciones o incrementos bruscos de los síntomas, lo que solemos llamar ”ataques”. Son similares a los ataques al corazón, pero en este caso afectan al pulmón. Quienes los sufren tienen tos crónica, sensación de ahogo, moco, fatiga extrema y otros signos.
Los ataques pueden llevar a la internación y en el 25% de los internados el resultado es la muerte. Sí, son muchos los casos que no tienen salvación. Cada 15 segundos muere en el mundo alguien a causa de la EPOC y se proyecta que para el 2030 sea la tercer causa de muerte.
Los tratamientos
La EPOC no se cura, pero hay varios tratamientos que pueden ayudar a controlar sus síntomas y a mejorar la calidad de vida de los pacientes. Uno de ellos, a la venta en nuestro país, es Roflumilast, la primera terapia por vía oral diseñada para tratar la enfermedad. Busca reducir la inflamación de la vía aérea y permitir que el aire pase mejor.
Su función es preventiva: intenta que se reduzcan los ataques pulmonares. Se puede comparar con una persona que toma medicamentos contra el colesterol: no se siente mejor al instante, pero sí con el paso del tiempo.
“No todos deben ser medicados, solo los que tienen exarcebaciones (ataques) frecuentes”, detalla Mazzei. Para recibir el tratamiento, el paciente debe tener tos y expectoración. “Las mujeres son quienes más sufren estos síntomas, por eso podrían ser un target muy específico para este medicamento”, concluye Giugno.
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