Denostado por su alto contenido en colesterol, la realidad es que el huevo es mucho más beneficioso de lo que podemos imaginar. En primer lugar
porque el organismo no absorbe el elevado colesterol que contiene y en segundo lugar porque es un alimento rico en minerales, especialmente selenio y zinc, que ayudan a mantener el sistema inmunológico sano. Existen estudios que señalan que la deficiencia de uno y otro está relacionada con el aumento de gripes y resfriados o el desarrollo más agudo de estas enfermedades. No hace falta comerlo todos los días, aunque la doctora Guadalupe Blay insiste en que no supondría ningún problema para nuestro organismo: “Si no lo hacemos es porque hay que variar”.
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