Trastornos primarios del sueño
Disomnias
Las disomnias
son trastornos primarios
del inicio o el mantenimiento del sueño, o de somnolencia excesiva, que se caracterizan por un trastorno
de la cantidad, la calidad
y el horario del sueño. Este capítulo incluye el insomnio primario, la hipersomnia primaria,
la narcolepsia, el trastorno del sueño relacionado con la respiración, el trastorno del ritmo circadiano
y la disomnia no especificada.
F51.0 Insomnio
primario [307.42]
Características diagnósticas
La característica esencial del insomnio primario es la dificultad para iniciar o mantener
el sueño, o la sensación
de no haber tenido un sueño reparador durante al menos 1 mes (Criterio
A), que provoca un malestar clínicamente significativo o un deterioro
laboral, social o de otras áreas importantes de la actividad del individuo (Criterio B). Esta alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de otro trastorno del sueño (Criterio C) u otro trastorno
mental (Criterio D) y no es debida
a los efectos fisiológicos directos de una sustancia o de una enfermedad médica (Criterio E).
Los individuos con insomnio primario presentan muy a menudo una combinación de dificultades para dormir y despertares frecuentes durante la noche. Con menos frecuencia se quejan únicamente de no tener un sueño reparador, es decir, tienen la sensación
de que su sueño ha sido in-
quieto, poco profundo y de poca calidad.
Este trastorno se suele asociar
con un aumento del nivel de
alerta fisiológica y psicológica durante
la noche, junto
a un condicionamiento negativo para dormir. La preocupación intensa y el malestar por la imposibilidad de dormir bien pueden generar
un círculo vicioso:
cuanto más intenta
el individuo dormir,
más frustrado y molesto se encuentra, y menos duerme. Estar acostado en una cama en la que la persona ha pasado a menudo
noches sin dormir puede producir
frustración y activación condicionada. Por el contrario, el individuo puede dormirse más fácilmente cuando no lo intenta (p. ej., mientras
mira la televisión, lee o conduce el coche). Algunas personas con un estado de alerta alto y un condicionamiento negativo
explican que duermen
mejor fuera de su dormitorio y de su entorno. El insomnio crónico
puede provocar una disminución de la sensación
de bienestar durante
el día (p. ej., alteración del estado de ánimo y de la motivación; atención,
energía y concentración disminuidas, y un aumento
de la sensación de fatiga y malestar). A pesar de que los individuos presentan
a menudo la queja
subjetiva de fatiga diurna, los estudios polisomnográficos no demuestran generalmente la presencia de un aumento de los signos fisiológicos de somnolencia.
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