Trágico final de una "mula" que llevaba cocaína adentro de su estómago
Así son las cápsulas que deben ingerir las "mulas". Estas fueron secuestradas durante un operativo realizado en 2014. /Foto: Clarín
Una mujer de 34 años fue encontrada muerta en una casa de la avenida General Paz al 600, en la localidad bonaerense de José Ingenieros. El cuerpo fue hallado sobre una cama, sin lesiones visibles. Tampoco había signos de una pelea o un robo. Todo indicaba que se trataba de una muerte natural, pero los resultados de la autopsia cambiaron el rumbo de la investigación.Los peritos determinaron que la mujer, de nacionalidad boliviana, había sido contratada como "mula" del narcotráfico: en su estómago tenía diez envoltorios de cocaína. La modalidad, muy utilizada para el tráfico de drogas, tiene un alto riesgo: si una de las cápsulas se abre, la persona que las lleva en su cuerpo tiene altas probabilidades de morir por sobredosis.
“Estamos investigando los últimos movimientos de la mujer y aparentemente había viajado al norte del país por un problema de salud”, explicó un vocero de la investigación, que recayó en la UFI N° 7 de San Martín.
"Mulas", "ingestados" o "capsuleros" son algunos de los nombres que reciben los encargados de transportar la droga. En todos los casos, integran el eslabón más vulnerable de la cadena narco. El riesgo que implica tragar cápsulas con cocaína que pueden causar una muerte instantánea lo convierte en un recurso desesperado. Sin embargo, las bandas siempre encuentran voluntarios dispuestos a tomar un avión o micro transformado en una "bomba humana".
En 2012, la Policía Metropolitana (hoy Policía de la Ciudad) desbarató una organización que captaba a indigentes en el barrio porteño de Constitución para traficar cocaína hacia Europa. Primero los hacían practicar tragándose trozos de zanahoria del tamaño de las cápsulas y los llevaban a hacer simulacros de viaje al aeropuerto de Ezeiza, para analizar la reacción de la "mula".
La cantidad de mujeres contratadas como "mulas" fue creciendo con el correr de los años. En los 90’, según fuentes de la Aduana, representaban cerca del 10%, mientras que en los últimos años ascendió al 40%.
Aunque durante muchos años fue una práctica utilizada para el tráfico de cocaína, en los últimos tiempos también se aplicó a otras drogas. Entre noviembre de 2016 y marzo de 2017 fueron detenidas al menos seis personas que llegaron al país encapsuladas con hasta un kilo de éxtasis en polvo.
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