Hipertensión pulmonar, una enfermedad grave que se diagnostica poco
En el Día Mundial de esa enfermedad
Suele confundirse con asma o con EPOC. Ataca principalmente a mujeres jóvenes. Sin tratamiento, el promedio de sobrevida es de tres años. Buscan darle difusión para evitar demoras en el diagnóstico, que se encuentra en el orden de los 16 meses.
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La hipertensión pulmonar es una enfermedad rara. Tan rara que se produce una paradoja: muchas veces el paciente no consulta y otras tantas el médico no la busca. Es que a la hora de hablar de hipertensión, siempre se piensa en la presión arterial. Pero no en la hipertensión pulmonar, que es un tipo de hipertensión que afecta a las arterias de los pulmones y que tiene dos características que hacen de ella una enfermedad peligrosa y a la que debería prestársele más atención de la que tiene: ataca mayormente a mujeres jóvenes y tiene altísima mortalidad. Sin tratamiento, el 90% de los pacientes con hipertensión pulmonar muere en un lapso de tres años.
Nancy Campelo lo sabe muy bien y desde la asociación Hipertensión Pulmonar Argentina (HUIPA) trabaja para difundir la enfermedad y ayudar a concientizar. Es que ella debió esperar tres años para tener un diagnóstico. Sabía que algo andaba mal, porque se agitaba, se cansaba mucho, se quedaba sin aire. Así comenzaron los síntomas, que la llevaron a consultar. Pasó por 31 médicos diferentes. Y ninguno pudo decirle qué era lo que la tenía así. Le decían que era asma, que podían ser ataques de pánico, o alergia. Hasta que los síntomas se agravaron tanto que comenzaron los desmayos.
La hipertensión pulmonar se caracteriza por producir un estrechamiento en las arterias que llevan la sangre del corazón a los pulmones. Esto, a su vez, produce una sobrecarga de trabajo para el corazón, que debe bombear sangre a través de arterias pulmonares que están parcialmente bloqueadas. Para seguir cumpliendo su función, debe esforzarse cada vez más, al tiempo que la presión sobre las arterias aumenta. Con el tiempo, a medida que avanza la enfermedad, el corazón comienza a debilitarse y al mismo tiempo a agrandarse.
Por eso, con un simple ecocardiograma se puede llegar al diagnóstico precoz. Un corazón forzado por la hipertensión pulmonar dará signos de disfunción en el ventrículo derecho. Eso, ya determina que se trata de algo mucho más severo que un EPOC.
“Un día tuve un síncope en la Facultad de Odontología, mientras daba una clase. Mientras me trasladaban en la ambulancia, el médico que me acompañaba me comentó que tal vez fuera algo cardíaco y pulmonar. Recién ahí pude hacer la consulta correcta y dar con el diagnóstico”, le cuenta Nancy a Clarín. Corría el año 2004. Y en aquella época no existían medicamentos para la hipertensión pulmonar. “Los médicos no tenían nada que hacer. Te decían que te quedaban seis meses de vida. Sólo quedaba vivir intensamente lo que quedara de vida”, recuerda. Siendo madre de una nena de 3 años, con apenas 40 años, ese diagnóstico era absolutamente desolador.
Sin embargo hoy el panorama es diferente. Existen medicamentos específicos que aumentaron mucho la sobrevida de la enfermedad y la mayoría de ellos están disponibles en la Argentina. “Los tratamientos que existen no curan, pero enlentecen la enfermedad, que es progresiva. Mejoran la calidad y la expectativa de vida”, explica Nancy.
Por su parte, Jorge Cáneva, jefe de neumonología de la Fundación Favaloro destaca los avances que hubo en cuanto a la demora en el diagnóstico. “En la década del 90 en el mundo y en la Argentina desde el inicio de los síntomas hasta el diagnóstico pasaban cuatro años. Actualmente se redujo a 16 meses el tiempo entre el inicio de los síntomas y el diagnóstico. Se avanzó muchísimo en la comunidad médica, que deriva con más rapidez”, explica Cáneva. “Sin embargo que pasen 16 meses sigue siendo desproporcionado para una enfermedad que se debe detectar precozmente”, añadió.
Aunque no hay datos oficiales sobre la incidencia de la enfermedad, la asociación Hipertensión Pulmonar Argentina (HUIPA) tiene registrados 500 pacientes en todo el país. Pero saben que en realidad tiene que haber muchas más personas que, tal vez sin saberlo, sufren de los síntomas pero no saben qué tienen. Es que haciendo una proyección de estadísticas internacionales, en el país habría al menos unos 1500 pacientes sin diagnosticar. "Lo dramático es que sigue habiendo una brecha entre los que pueden acceder a un diagnóstico y aquellos que nunca llegan al diagnóstico y mueren", grafica Nancy.
Con motivo del Día Mundial de la Hipertensión Pulmonar, que se conmemora hoy, la Fundación Favaloro y Bayer realizaron una jornada de concientización con charlas y talleres, para darle difusión a esta enfermedad y lograr que, tanto en la sociedad como en la comunidad médica, aumente la sospecha de hipertensión pulmonar.
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