Coronavirus: el misterio de la “hipoxia feliz” que desconcierta a los médicos

Pandemia


Descubren que muchos pacientes con niveles muy bajos de oxígeno en sangre se sienten incomprensiblemente bien.

Los especialistas están desconcertados con el nuevo hallazgo


El coronavirus sigue demostrando que aún estamos lejos de entenderlo. Entre las múltiples incógnitas que desconcierta a los especialistas, como por qué ataca más a hombres que a mujeres o por qué los niños son los menos afectados, se suma una más en estos días que, como las otras, desafía todas las reglas básicas de biología, o al menos las que nosotros creíamos básicas.

Según publica The Guardia, los médicos han hecho un sorprendente descubrimiento: pacientes infectados y con niveles extraordinariamente bajos de oxígeno en sangre, lo que se conoce como hipoxia, actúan sin embargo con total normalidad, respiran bien, charlan animadamente con el personal sanitario, gastan bromas y se perciben a sí mismos como personas sanas. Los especialistas han acuñado un nombre para ellos. Los llaman, los "hipóxicos felices".

En un comentario publicado en Science, se explica que hay un incomprensible desajuste entre lo que los especialistas ven en sus monitores "y la apariencia del paciente que tenemos delante". El fenómeno, observado ya en distincos centros hospitalarios de varios países, ha llamado la atención de un grupo cada vez mayor de médicos que quieren averiguar cómo funciona y cómo se podría tratar esta extraña forma de hipoxia.

La saturación normal de oxígeno en la sangre es de alrededor del 95%. Y en la mayoría de las enfermedades pulmonares, como la neumonía, esa saturación desciende y se manifiesta junto a otros síntomas, como rigidez o líquido en los pulmones.

Según explica ABC, en los casos más graves de covid-19, los pacientes luchan por respirar con unos pulmones que ya están seriamente dañados, pero en las primeras fases de la enfermedad, el bajo nivel de oxígeno en sangre no siempre se combina con dificultades respiratorias evidentes.

Los pacientes, en efecto, respiran con normalidad, los niveles de dióxido de carbono son normales y, en general, los afectados se encuentran bien. Pero si se mide la saturación de oxígeno en esos mismos pacientes, se encuentran niveles que pueden llegar a ser incluso inferiores al 50%, lo que indica que en realidad la enfermedad está ya muy avanzada. Una contradicción que los médicos están intentando comprender.

"Hay un desajuste [entre] lo que vemos en el monitor y la apariencia del paciente frente a nosotros", dijo el Dr. Reuben Strayer, médico de emergencias del Centro Médico Maimonides en Brooklyn, quien está infectado con el nuevo coronavirus y está en periodo de recuperación.

Por ahora, se explica en Science, han surgido varias hipótesis. Lo que desde luego sí que sucede es que ahora muchos médicos ya reconocen la coagulación de la sangre (por la falta de oxígeno) como un aspecto importante de la enfermedad en estado grave. La idea es que esa coagulación, aunque de forma sutil, podría empezar en fases muy tempranas de la enfermedad.

Algunos médicos, como Elnara Marcia Negri, neumóloga del Hospital Sirio-Libanén en Sao Paulo, empezaron a preguntarse si fármacos como la heparina (un anticuagulante que se puede inyectar), podrían aumentar los bajos niveles de oxígeno de estos pacientes, independientemente de si tenían o no dificultades par respirar. El pasado 20 de Abril, Negri publicó un estudio en el que detallaba esta experiencia con 27 pacientes de Covid 19 de su hospital.

El resultado es que 24 de ellos se están recuperando, dos no han mostrado cambios y al último, que se cambió de hospital, no se le pudo seguir la pista. Otros hospitales en otros países evalúan la posibilidad de aplicar anticoagulantes ante los primeros síntomas de hipoxia, aunque lo cierto es que no se sabe a ciencia cierta si la coagulación temprana es, o no, la causante de la "hipoxia feliz". Otros pacientes hipóxicos, por ejemplo, muestran "una película de aspecto casi ceroso alrededor de los pulmones". La realidad es que por ahora se desconoce qué es lo que, a nivel fisiológico, está ocurriendo allí.

Otros, sin embargo, creen que se deben evitar los tratamientos agresivos (incluidos los ventiladores o el oxígeno) cuando los pacientes parecen estar cómodos. Esas medidas extremas, según se explica en un artículo publicado en JAMA el pasado 24 de abril, podrían dañar unos pulmones que están funcionando por sí mismos. En estos casos puede que sea suficiente con intervenciones más simples, como aplicar suplementos de oxígeno o voltear a los pacientes boca abajo, una postura que favorece la oxigenación.



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