Camila Ibarra, de 20 años, deambulaba, caminaba sin sentido por las calles de Lanús cuando un patrullero la detuvo: “¿Cómo te llamás? ¿Qué te pasó?”, le preguntó el policía, pero ella no pudo responder, no recordaba nada de lo que pasó ni entendía porqué vomitaba sin parar y tenía el rostro hinchado por golpes.
La chica, que desde el miércoles a la noche era buscada cuando salió de su casa en Lanús y que apareció esta madrugada, ahora está internada en el Hospital Evita de esa ciudad del sur de Buenos Aires. La madre contó que se recupera de manera favorable y que los estudios toxicológicos y ginecológicos le dieron negativos.
“No tiene droga en sangre ni signos de haber sido abusada. Por lo de la droga me contaron que al haber vomitado tanto el cuerpo se pudo haber limpiado”, explica María, la madre de la joven que permanecerá allí hasta mañana. Los médicos no quieren que se duerma por los golpes que tiene en la cara y la cabeza.
El caso todavía no es claro, Camila dice que salió de su casa para ir a lo de un amigo y que desde el momento en que esperaba el colectivo -cerca de las ocho de la noche- ya no recuerda más nada hasta que se le acercó el policía hoy a las cuatro de la mañana. Según piensa la madre, alguien se le acercó y la durmió para luego subirla a una camioneta: “Como pegamos tantos carteles de ella y su foto se vio en todos los canales de televisión, los tipos que la tenían la soltaron”.
Ibarra estudia mecánica dental y vive con su mamá (los padres están separados) también en Lanús. “Cuando el oficial se le acercó en la calle para interrogarla ella decía que estudiaba en la escuela número 17, donde hizo la primaria. Estaba perdida, sin noción del tiempo ni el espacio. Ahora ya mejoró, pero sigue sin saber qué fue lo que le pasó durante tantas horas”.
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