Inundaciones: “perdimos todo nuestro sustento”
El temporal causó desbordes, destruyó caminos y anegó a familias en Buyurracu.
Hace 12 Hs 19
Cuando cesó la tormenta y bajó el agua, Patricio Díaz tuvo que desenterrar su camioneta del barro para poder llevar a sus dos hijos pequeños al hospital. Habían contraído fiebre y tos como consecuencia de las tormentas que inundaron su propiedad el fin de semana.
Patricio, su mujer y sus dos hijos (de 4 y 5 años) viven en una sencilla casa sobre la ruta provincial 336 en la localidad de Gobernador Garmendia, departamento de Burruyacu.
El viernes por la noche, cuando comenzó la tormenta, taparon puertas y ventanas con bolsas con arena, resguardaron la heladera y la ropa de los chicos y se encerraron en su casa a esperar que pase el temporal. “Ya estamos acostumbrados, cada año con la llegada de las lluvias es la misma rutina” cuenta Patricio.
El agua llegó hasta la plaza e ingresó al interior de las casas; algunos pobladores fueron alojados en la escuela, otros se resisten a abandonar sus casas. Mario Castro, comisionado de Villa Chicligasta.
Las lluvias inundaron todo su terreno, arruinando sus plantaciones de maíz, zapallo y sandía y matando a los animales que crían para la venta. “Este año fue peor para nosotros porque perdimos todo nuestro sustento, cayó demasiada agua”, se lamenta.
POR LAS LLUVIAS. El agua destruyó los caminos aislando a comunidades.
El año pasado la zona también se inundó en el verano, y los Díaz fueron auxiliados por las autoridades comunales. “Nos trajeron comida y agua, pero lo que realmente necesitábamos era que arreglen los canales”. A pesar de los pedidos al delegado comunal, Patricio cuenta que “nunca más volvieron”. Y agrega: “necesitamos urgentemente que limpien las cunetas para que salga el agua cuando llueva. Sino seguiremos inundándonos y cada año va a ser peor”. “Este año nadie vino a ayudarnos, desde la comuna fueron selectivos: ayudan a los que quieren, a sus ‘elegidos’”, denunció.
El agua comenzó a llegar desde el río Gastona. Apenas tuvimos tiempo de sacar algunas pertenencias. El torrente se llevó gallinas y chanchos. Alberto Zelarayán, vecino de Monteagudo.
Patricio explicó que la situación se complica aún más por las fincas que hay en la zona: “para que los campos no se inunden, construyen paredes y canales; cada vez se preparan más. El problema es que toda esa agua viene para nosotros, y nos genera un gran problema”.
Algunos siguen aislados
Ante estas situaciones extremas, los vecinos de Garmendia intentan ayudarse los unos a los otros llevándose alimentos y ropa. “El problema es que los caminos se inundan y algunas casas quedan aisladas” explica Patricio.
A 800 metros de su casa hay tres familias que quedaron anegadas y no pudieron recibir ayuda; el único paso a su zona está destruido. “El agua entró a sus casas y les tapó un metro. Intentamos entrar para socorrerlos pero por el estado del camino fue imposible. De todos modos, ellos no quieren salir de sus hogares por miedo a que les roben, prefieren quedarse tapados por el agua”, finaliza Díaz.
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